martes, 11 de septiembre de 2007

la llamada del tiempo



Sola e inclemente
Sigo extorsionando mi alma
En el desgarre silencioso de esas palabras viajeras
Están hoy apoderándose
Del infinito vacío existencial
Puedo percibir mis manos creando un universo
Puedo verme sentada en este negro momento
Cual sediento laberinto ermitaño me vuelco en estas paredes
Una ráfaga de golpes
Crean el sepulcro de mi alma
Logro un movimiento leve
Donde los sueños
Caen ante un puño de poesía maldita
Donde la sangre
Se apodera del inerte sonido de la locura
Un balcón de voces
Se apodera de mi temor
Sacudo mi mente
Ante la brisa de recuerdos
Que intentan permanecer, estar, existir
Recuerdos que no logran vivir a tiempo
Es hora de combatir la gravedad de mis pupilas
Comienzo y termino retorciéndome…
Entre las ruinas
De aquel que se tomo mi copa...


L. Franco