
Sentada y desorientada
sin escuchar ni una plegaria.
...Leo la presentación
de un libro sin hojas
Pensando en la inmortalidad
de las estrellas...
De la luna
mientras persigo sus huellas
desveladas por el viento.
Pensando
en la lava y su agrietado renacer
que fluye en el volcán.
Huyo a la totalidad infinita
de versos muertos,
Y escribo,
Al cielo oscuro
teñido de blanco y gris.
Escribo dormida
en ese sueño despistado
que despierta
dentro de la espera
del tiempo,
Del vacío de aquella copa olvidada
por los recuerdos
de lo perdurable
en el ombligo de una sombra
arrastra en su raíces...
Ambar Campos