jueves, 10 de julio de 2008

El sonido del lápiz


La esencia de la tarde se perdió
en las tinieblas
Frías
Vanidosas
El sudor baja por mis mejillas
y cae al libro de Pulido
donde su ladrón
con diente roto
se va por mis venas
y las envuelve en un pensamiento
Ausente
Dormido
Fuí haciendome visible
para que mi rostro mojado
se refleje en tus ojos
Hoy mi llanto cae al asfalto
Grita
Se desliza y muere
Frágil
Húmedo
Mis dientes se descomponen
y se vuelven polvo seco
Arrogante
Ya no queda nada
Ni el sonido del lápiz.


Vicseli Martínez