jueves, 8 de enero de 2009

Siluetas emigrantes


Lenta y temblorosamente
se desliza sumiso, ambiguo
el borde de mi vestido en reverso
cae disipado entre grises de gotas...
la tarde muere bajo mi seno
y nuevamente vuelo
sobre mordidas dopadas
sonido del viento ajeno
paso de él y nadie mas
verdeazuladamente deliro con los puños abiertos
hoy quiero gritar el sol partido en mi bolsillo roto
la calle se perdió: destruida y de humo
yo sigo siendo de nadie
ese mismo nadie que nada tuvo
sintiendo al mundo sin pies
digiero caminos
distancias
minutos?
tic tac! tic tac!
exclamación inerte!
hoy
me desligo de mi ser
solo quedo yo y yo...
necesito sanarme
y así
construir con ruinas de frío y piel
el fantasma de una noche...

Franza

lunes, 5 de enero de 2009

Vestidura de la Noche

Persigo un indomable llanto moribundo.
Pelean los sobornos de todas las derrotas,
de todos los “¿por qué?”…
Ahora las tardes se visten de sucio
llenas de sangre y penumbra
intentando declamarle a la vida
sobre pétalos de barro.
Alguien gritó sobre mi voz…
Cuán vacía está la luz
intentando renacer
como libélula despedazada.
Ahora las tardes se visten de sucio
en la brevedad del vino en la copa
para brindarle a las almas en su gesta desconsolada.
Ahora las tardes se visten de sucio
sin importarles quién grite o quién llore,
esperando la última campanada,
que se esparza la noche,
que cante el gallo y se marchite el sol.
Permanezco en este piso
ausente y frío de realidades.
… Ahora las tardes se visten de sucio
y no bajaré mi mirada a esta culpa impenetrable
desangrando a la lluvia
bajo un pedazo de luna.


Ambar Campos